viernes, mayo 08, 2009

CINÉFILO

A quién no le ha pasado que se sienta a ver una película con un mogollón de expectativas creadas, después de haber esperado pacientemente largos meses hasta el día de su estreno o lentos días para su completa descarga; te mentalizas ciegamente sobre lo que se avecina, creas la atmósfera exclusiva de las premieres, las siguientes nunca jamás vuelven a aglutinar esta plétora de sensaciones. Y lo saboreas paseando tu mente por los escenarios por los que crees que te van a llevar... Le das al play o alguien lo hace por ti, eso no importa. Títulos de crédito de lo más moderno sugieren la historia que vas a ver, los nombres de los protagonistas, el director, puede que entre medias y en pantalla completa te digan el titulazo, ese es el clímax total, no importa si ya han pasado algunas escenas cosa que también está de moda. Todo tiene una pinta increíble y da comienzo el proceso que en la mayoría de los casos, y siempre desde un punto de vista académico*, suele ser: presentación, giro/nudo y desenlace. Estás flipando por lo que estás a punto de ver, máxima tensión. Y entonces ocurre, sin darte cuenta, tu mente se fija en lo bien hecho que está un plano, dónde habrán colocado esa cámara, piensas en cómo habrán conseguido esa toma, te centras en la búsqueda de errores de rácord, lo bien logrados que están esos efectos especiales, o el papelón del actor principal o un secundario, por no hablar de lo buena que está la actriz que interpreta la chica de la película. Sin darte cuenta estás fuera. Te acabas de ir de la peli. No pasa nada tal vez puedas seguir disfrutando pero ya no es lo mismo. De ahora en adelante será como las siguientes veces. todo el encanto se ha esfumado. Has dejado de ser partícipe de la película y ahora vuelves a estar en tu butaca del cine, en el sillón de tu casa.

Lamentablemente, no siempre tenemos la capacidad de no abstraernos de una película que puede incluso resultar formidable. Pero siendo finamente académicos, si reparamos en este aspecto, puede que entre las muchas influencias que nos distraen también esté la propia película. De modo que hayamos aquí un buenísimo argumento para señalar clarísimamente las buenas películas de las "sublimes". A veces ocurre que damos con una historia que nos mantiene en vilo hasta el mismísimo final. 

Hoy ha sido el caso. Y es que no he querido dejar pasar la oportunidad de poner negro sobre blanco, las reflexiones acerca de la obra maestra que acabo de ver y que automáticamente pasa a ese baúl de peliculas a salvar el día del fin del mundo. No creo que sea necesario precisar que estoy siendo totalmente subjetivo, aunque lo esté haciendo. Escribo toda esta parrafada mientras oigo la música, también genial, de los títulos de crédito de "Monstruoso" que por cierto es una producción de J.J. Abrams ("Perdidos"). Se da la casualidad de que hoy justo es el estreno de su última producción STAR TREK 2009. Por este motivo tampoco creo que sea necesario (aunque también lo haga) precisar que ante estos precedentes esta película pasa automáticamente a mi agenda de "Imposibles" concretamente a la sección "imposible perdérsela".











* Académico: Lo académico como científico, técnico, racional, está en contra de la magia, y nosotros queremos magia... La ciencia se ocupa de dar una explicación lógica de todas las cosas. Pero en ese momento quién quiere esa explicación, lo que queremos es creer que todo eso es real. La ciencia se ocupa siempre de dar un manotazo al castillo de naipes que es la fantasía, porque las cartas son para ponerlas en la mesa, ¿qué eso de que estén queriendo llegar al cielo?
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BεnuЯ