Actualidad Política

Época de cambios, época socialista, tiempo para Europa, nacimiento del movimiento gay, eta contra las cuerdas... y ni dios que se compre vivienda.

Este es el panorama que nos toca vivir. En este principio de siglo los políticos se empeñan en inventar problemas que nos sirvan para desviar la atención de nuestras verdaderas preocupaciones. Y es que a mi modo de ver la política es la facultad de defender con vehemencia una idea y la contraria. Pues yo les digo, hagan política señores, háganla. Pero no olviden que están al servicio de los ciudadanos y por lo tanto deben interesarse por sus problemas y darles solución. Imagino que es utópico pedirles que no vean al pueblo más que como papeletas de urna y cada problema grabe como arma electoral. Mientras media Europa busca una más fina unión, España se desmembra en alas de la obtención de mayor poder. Tiempo de contrastes y contradicciones. Parece ser que lo único que nos une hoy en día es el deporte. Todos cerramos filas viendo a Fernando Alonso representarnos a todos por todo el mundo. También a Asturias cierto, pero España entera se siente orgullosa por ver a uno de los nuestros descubriendo la gloria. Otro ejemplo chocante de estas contradicciones es esa final de champions league o Liga de Campeones, que es como debemos decirlo, que se juega esta misma noche. Sólo por el hecho de que hay varios de los nuestros en el Liverpool media España estará pendiente de ellos y hoy seremos todos reds.

Esto me hace pensar. Y entiendo que la crispación entre nosotros es únicamente responsabilidad de los dirigentes que, en su búsqueda de poder, articulan discursos de desarraigo social y fomentan ancianos rencores en la gente. Yo de verdad creo que los españoles somos diferentes. Siempre lo hemos sido. Tenemos un carácter divertido y loco, de fiesta y folcklore. También de sacrifio y sudor. En definitiva de PASIÓN. La historia nos cuenta que mientras nuestros auntiguos monarcas perdían un imperio entre cameos, borracheras y recuerdos de viejas glorias, nada nos importaba si teníamos fiesta y vino. Somos así. Capaces de lo mejor y de lo peor. El mejor ejemplo es nuestra selección de fútbol. Nada tengo que decir que no se sepa. Salvo que cada vez que acaba un mundial o un europeo todo el mundo echa pestes por la boca, " panda de vagos", "menos putas y más cojones", " a mi no me engañais ya más", y al final, al siguiente partido de NUESTRA ESPAÑA todos unidos delante de una tele pensando "coño ¿por qué no?".